El uso de cámaras de seguridad en vehículos, por ejemplo, dashcams o cámaras internas para aplicaciones de transporte; es cada vez más común por temas de seguridad y privacidad. En México, aunque no hay una legislación que mencione específicamente “cámaras en autos” como caso aparte, aplican ciertos principios legales generales que rigen el uso de grabaciones, imágenes, datos personales y privacidad.
La Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares es la norma principal que regula cómo se pueden recabar, usar, almacenar, transferir y divulgar datos personales por particulares.
Esta ley contempla una excepción importante: no aplica para uso exclusivamente personal y sin fines de divulgación comercial. Es decir, si alguien utiliza una cámara dentro de su auto para uso propio, para seguridad personal, sin compartir la grabación públicamente ni usarla con fines comerciales, generalmente no estaría obligado a cumplir con todas las formalidades que la ley exige para sujetos regulados.
Aunque el uso privado está permitido, si alguien graba imágenes que incluyan terceras personas (pasajeros, peatones, automovilistas) se deben respetar principios como la confidencialidad, seguridad y transparencia.
Reglas que deben seguir los dueños de autos con cámaras
Si una grabación se va a utilizar para otros propósitos, como compartirlo en redes sociales, como evidencia pública o con fines comerciales, entonces entran en juego obligaciones como:
- Aviso de privacidad que informe claramente de la grabación y su finalidad.
- Consentimiento de las personas grabadas, dependiendo del contexto.
- Protección adecuada de los datos, almacenamiento seguro y restricciones para divulgación no autorizada.
Usar una grabación como evidencia sin avisar al tercero puede traer dos tipos de consecuencias distintas: procesales, sobre si el juez admite o no la prueba; y legales/administrativas, posibles sanciones por vulnerar la privacidad o la protección de datos.
