Las carrocerías de los autos están protegidas por varias capas: un barniz o capa transparente, una capa de pintura de color y, debajo, la imprimación y el metal. Un pequeño daño que parezca superficial puede progresar con el tiempo y terminar en oxidación si no se trata adecuadamente. Reconocer estos arañazos temprano es crucial para evitar que el metal se exponga al oxígeno y a la humedad.
Para detectarlos, coloca una fuente de luz baja, una linterna o luz del sol con ángulo, para que los rayones proyecten sombras leves o refuercen su presencia visual. Los arañazos superficiales en el barniz aparecen como líneas leves que no cambian el color de la pintura subyacente. Este tipo de rayas no siempre llegan a afectar la capa de color.

Después, pasa suavemente la uña sobre la raya. Si se “engancha” mínimamente, es señal de que ha penetrado el barniz o incluso llegado hasta la pintura. Si no hay agarre, es posible que solo esté en la capa transparente.
Existen tres tipos de rayones:
- Arañazos leves: solo afectan el barniz. Con un buen pulido o eliminador de rayas pueden disminuir o desaparecer.
- Arañazos medios o de base: han penetrado la capa de color, y podrían requerir retoque con pintura del tono original.
- Arañazos profundos: cuando se ve metal desnudo, la carrocería queda vulnerable a oxidación. Aquí se requiere restauración profunda.
¿Qué hacer para desaparecer los microrayones del auto?
Antes de aplicar cualquier producto, limpia el área a fondo con agua, jabón neutro y un paño suave o de microfibra. Seca bien para eliminar humedad residual.
Si el daño es superficial, puedes utilizar un eliminador de arañazos o pasta de pulido leve que rellene o disimule, restaurando la uniformidad del barniz. Para daños que alcanzan la pintura, aplicar pintura de retoque del color exacto, imprimante anticorrosivo y luego un barniz transparente.
Una vez reparado el arañazo, aplica una cera protectora, recubrimiento cerámico o película transparente de protección para reforzar la barrera frente a agentes agresores como el agua o el polvo.
Por último, revisa regularmente bordes, puertas, guardabarros, bajos del auto, zonas donde el agua puede acumularse. Si notas que el retoque comienza a desprenderse o reentrar humedad, reaplica protección o corrige el daño de inmediato.