Las carreteras inteligentes integran tecnologías avanzadas para mejorar la seguridad vial, la eficiencia en la movilidad, la gestión del tráfico y la conexión de infraestructura con servicios digitales. Sus componentes suelen incluir sensores, cámaras, sistemas de peaje automatizados, monitoreo en tiempo real, alertas de incidentes, iluminación adaptativa, geolocalización, mantenimiento predictivo y más.
Entre sus principales características se encuentran:
- Peaje electrónico y sistemas ITS: un ejemplo es el proyecto “SmartTOLL™” para la región noreste de México, adjudicado a Kapsch TrafficCom bajo contrato con BANOBRAS. Este sistema contempla el equipamiento de peajes automáticos, renovación de tramos de autopistas y puentes, y mejora operativa en el mantenimiento de vialidades.
- Sistemas de tráfico y control de corredores viales: la empresa Indra ha conseguido contratos para instalar tecnología de peaje, centros de control, CCTV, postes SOS y demás subsistemas de vigilancia en varias carreteras mexicanas, como la Vía Rápida Poetas, túneles de Necaxa, y circunvalaciones en Celaya.
La implementación podría ser más efectiva en tramos con alto flujo vehicular frecuentemente congestionados, carreteras federales de cuota, autopistas de salida masiva en temporadas vacacionales, cruces fronterizos, corredores logísticos de carga pesada, y zonas rurales que conectan centros productivos con puertos o centros comerciales.
Algunas regiones prometedoras son:
- Noreste del país, dado el “Paquete Noreste” que ya está contemplando modernización de autopistas con tecnología inteligente.
- Corredores de alto riesgo o con siniestralidad elevada, en los cuales programas como MexiRAP y la nueva estrategia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SICT) buscan evaluar rutas, elaborar mapas de riesgo y aplicar medidas que podrían incluir infraestructura inteligente.
- Zonas periurbanas y grandes áreas metropolitanas, donde los sistemas de peaje automatizado, detección de incidentes, semáforos inteligentes, iluminación adaptativa y gestión del tráfico pueden aliviar la congestión, mejorar los tiempos de viaje y reducir emisiones.
Retos que enfrentan las carreteras inteligentes
Este tipo de tecnologías ofrece muchas ventajas como mayor seguridad, disminución de accidentes, mejor flujo vehicular, reducción de tiempos de traslado, monitoreo constante, respuesta rápida ante incidentes, potencial disminución de emisiones, transparencia en cobros de peaje.
No obstante, su implementación no es nada fácil, pues se debe considerar el costo de instalación y mantenimiento, interoperabilidad tecnológica, financiamiento, capacitación técnica, cobertura en zonas rurales, resistencia al cambio institucional, protección de datos y privacidad en sistemas que implican cámaras y sensores.
