En la Ciudad de México, el sistema de verificación vehicular clasifica a los autos en diferentes niveles según su emisión de contaminantes. No todos los vehículos pueden aspirar a los hologramas más “limpios”, es decir 00 o 0; muchos se quedan con la opción de obtener holograma 1 o 2, dependiendo de sus características técnicas, antigüedad y desempeño ambiental.
La Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) explica que la emisión del holograma se basa en el cumplimiento de límites máximos de gases contaminantes determinados por normas oficiales. Un auto que no logra entrar dentro de los rangos más estrictos de emisiones no puede recibir holograma 0 o 00, sino que debe conformarse con 1 o 2.
Además, el reglamento establece que los vehículos pasan por una inspección de emisiones en verificentros autorizados que miden dióxido de carbono (CO), hidrocarburos (HC), óxidos de nitrógeno (NO?) y otros criterios para determinar la categoría que les corresponde.
El año también influye en el holograma que recibirá el auto
Otra razón clave es la antigüedad del vehículo y su tecnología de combustión. En muchas guías de información automotriz se indica que los autos con sistema de inyección electrónica y emisiones relativamente limpias pueden aspirar al holograma 1 (si no cumplen los topes para 0). Pero si el coche tiene tecnología más antigua, emisiones altas o poco mantenimiento, podría ser destinado directamente al holograma 2.
Igualmente, los criterios de restricción de circulación relacionados con el programa Hoy No Circula fomentan que vehículos más contaminantes, con holograma 2, enfrenten mayores limitaciones. Por ejemplo, los autos con dicho holograma tienen prohibido circular todos los sábados, mientras que los de holograma 1 solo dos sábados al mes.
