Conducir con llantas desgastadas no solo compromete el rendimiento del automóvil, sino que también representa un riesgo significativo para la integridad del conductor, los pasajeros y otros usuarios de la vía. A continuación, te explicaremos los principales daños y consecuencias de circular con neumáticos en mal estado.
Revisar con frecuencia el estado de las llantas, su presión y profundidad de dibujo no solo mejora la eficiencia del auto, sino que puede salvar vidas. La prevención y el mantenimiento oportuno son claves para una conducción segura.
Consecuencias de manejar con las llantas gastadas
Mayor riesgo de derrapes y pérdida de control
De acuerdo con Michelin, las llantas desgastadas pierden la profundidad de dibujo necesaria para evacuar el agua en condiciones de lluvia, lo que puede provocar el temido aquaplaning. Esto ocurre cuando el neumático no logra desplazar el agua bajo su superficie y el vehículo se desliza sin control.
Aumento en la distancia de frenado
Un neumático gastado tiene menos tracción, lo que significa que el auto necesita más metros para detenerse por completo, especialmente en superficies mojadas o resbaladizas. Esto incrementa el riesgo de colisiones en caso de una frenada de emergencia.
Desgaste irregular de la suspensión y dirección
Conducir con llantas en mal estado puede provocar vibraciones, desgaste desigual y daños progresivos en otros componentes del sistema de suspensión y dirección del vehículo. Estos daños pueden traducirse en reparaciones costosas y reducción en la vida útil del auto.
Mayor consumo de combustible
Según la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE), las llantas desgastadas afectan la eficiencia energética del auto. Cuando no hay una presión adecuada o el dibujo está muy desgastado, el motor debe trabajar más para mantener el movimiento, lo que se traduce en un mayor gasto de combustible.
Posibilidad de reventones
Una llanta muy desgastada o con estructura debilitada es más propensa a sufrir un reventón, especialmente en carretera a alta velocidad. Esto representa un peligro grave, ya que puede provocar la pérdida total de control del vehículo.