Calentar el motor del auto antes de comenzar a conducir es una práctica que, aunque parece antigua, sigue siendo relevante en nuestros días. Especialmente en climas fríos o en vehículos con tecnologías más antiguas, esta acción puede tener un impacto significativo en su vida útil y en el rendimiento general del vehículo.
Al encender el auto, el motor está frío, por lo que el aceite se encuentra más denso y no circula de inmediato por todas las partes móviles. Según Mobil México, darle unos minutos para que alcance la temperatura óptima permite que el aceite fluya correctamente y lubrique de forma eficaz, lo cual reduce el desgaste por fricción en el arranque.
Por otro lado, esperar unos minutos antes de arrancar ayuda a que los metales de los que está hecho el motor se expandan ligeramente, lo que asegura que las piezas encajen y funcionen como fueron diseñadas. Iniciar la conducción con un motor frío puede causar daños a largo plazo en componentes como pistones y válvulas.
Ahorra gasolina esperando a que se caliente el motor
Con el motor frío, la computadora del auto inyecta más gasolina para compensar la baja temperatura, lo que provoca un mayor consumo. Calentar unos minutos antes de arrancar permite que los sensores trabajen con valores normales, optimizando la mezcla aire-combustible y reduciendo el gasto.
Los vehículos más modernos no requieren largos periodos de calentamiento como los modelos más antiguos. Basta con encender el motor, esperar unos 30 a 60 segundos para que el aceite comience a circular, y luego iniciar la marcha suavemente.
Calentar el motor, aunque sea por un breve momento, es una acción sencilla que puede prevenir daños mecánicos y mejorar la eficiencia del vehículo. Es una práctica recomendable, sobre todo en condiciones frías, pues así se protegen componentes como la batería o el sistema de escape.