En un acto celebrado durante el Foro Automotriz Tlaxcala 2025, autoridades estatales revelaron el prototipo del automóvil eléctrico denominado “TT” (Totalmente Tlaxcalteca), diseñado y fabricado en la entidad, con la inspiración de convertirse en una alternativa nacional frente al proyecto Olinia impulsado por el gobierno federal.
Según los responsables del proyecto, el TT tendrá un precio estimado de 100 000 pesos, con capacidad para trasladar hasta cinco pasajeros y con un alto grado de componentes de origen nacional, más del 80 por ciento. Se proyecta que su lanzamiento comercial se concrete hacia diciembre de 2025, con una producción inicial de unas 20 unidades por semana.
Entre las características técnicas compartidas hasta ahora, el vehículo operará como un auto urbano con cero emisiones contaminantes, será recargable en enchufes convencionales y estará diseñado para “última milla” y desplazamientos dentro de zonas urbanas. Además, se proyecta que incluirá puntos de carga solar y talleres de mantenimiento y agencias postventa en territorio tlaxcalteca. Durante la presentación también se aseguró que el coche ofrecerá “mayor confort y seguridad” para sus usuarios.
El auto TT competirá contra Olinia a nivel nacional
El proyecto TT surge como respuesta directa al impulso que el gobierno federal ha dado al desarrollo del vehículo eléctrico Olinia, cuya meta es ofrecer una opción ecológica asequible y de producción mexicana. Olinia contempla tres versiones: movilidad personal, de barrio y reparto urbano, con precios estimados entre 90 000 y 150 000 pesos, dependiendo del modelo.
La apuesta de Tlaxcala es que el TT, al ser una producción manejable localmente, pueda ofrecer una solución más cercana, con menores costos de logística y con una identidad regional que genere orgullo y vínculo con los compradores. También podría beneficiarse de alianzas con municipios para impulsar infraestructura de carga en la zona.
Por su parte, Olinia ya cuenta con respaldo institucional, una estrategia nacional de desarrollo tecnológico respaldada por instituciones como el IPN, el Tecnológico Nacional y centros de investigación. Además, su propuesta apunta hacia un esquema de producción en Puebla y Sonora como plantas iniciales.
En el escenario nacional, la llegada de ambos proyectos puede dinamizar la competencia en el segmento de vehículos eléctricos de bajo costo, fomentar cadenas productivas locales y fortalecer la industria automotriz mexicana hacia alternativas más limpias.
