Al comprar un auto nuevo o usado, muchas personas consideran solo el precio de compra o la mensualidad del financiamiento. Sin embargo, existen otros gastos que pueden resultar tan o más importantes: seguro, tenencia y mantenimiento. Ignorar estos costos puede ocasionar sorpresas financieras desagradables.
Evaluar todos estos factores te ayudará a tomar una decisión más informada y evitar que el auto termine siendo una carga financiera inesperada.
Gastos imprevistos al comprar un auto
Seguro
El seguro de auto es obligatorio para transitar en vías federales en México, y el costo varía ampliamente dependiendo del modelo, marca, año, cobertura contratada y lugar de residencia. Una póliza básica de responsabilidad civil puede parecer económica, pero una cobertura amplia, que incluya robo, daños propios y asistencia; puede costar entre 8,000 y 15,000 pesos anuales. Además, hay que considerar deducibles, primas adicionales por accidentes o siniestros, lo que eleva los gastos reales.
Tenencia y refrendo
La tenencia es un impuesto estatal que cobra cada entidad federativa con montos basados en el valor del vehículo, antigüedad y otros factores. Por ejemplo, en la CDMX, puede calcularse como un porcentaje del valor del auto, lo que en ciertos casos se traduce en varios miles de pesos al año, dependiendo del coche.
El refrendo, o renovación de placas, es otro costo recurrente que también varía entre estados. En 2025, el refrendo para vehículos particulares en la CDMX fue de $731 MXN. En algunos estados es posible quedar exento o recibir subsidios si tu auto tiene un valor factura menor a cierto umbral.
Mantenimiento
El mantenimiento preventivo es fundamental para conservar el buen estado mecánico del auto y evitar averías mayores. Incluye cambios de aceite, filtros, frenos, llantas, alineaciones, etc.
Según datos recientes, el gasto anual promedio solo para mantenimiento ha subido y oscila entre 4,000 y 5,000 pesos para autos comunes, aunque vehículos de gama alta, mayor uso o carros con tecnologías especiales pueden tener costos mucho más elevados. También hay que considerar que precios de refacciones, mano de obra o reparaciones se incrementan con la inflación y la tecnología del auto.
