Desde el principio de los tiempos, manejar un automóvil es una actividad riesgosa; lo era todavía más antes de la era de los asistentes de conducción o la telemática avanzada.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año los automóviles causan la muerte de 1.3 millones de personas.
En términos más cercanos, cada 23 segundos una persona muere en un accidente de carretera. Son cifras espantosas a través de las cuales se puede tener una visión del mundo: especialmente porque el 93% de todas esas muertes ocurren en países en vías de desarrollo.
México, de forma particular, ocupa el lugar número siete a nivel mundial en número de muertes por accidente de auto.
Si tenemos en cuenta también que en nuestro país los autos más vendidos son también los más inseguros, las matemáticas sobran.
Es así que de entre todos los millones de personas que cruzan el umbral de la existencia a bordo de una caja metálica de cuatro ruedas, algunas son muy famosas y sus muertes llegan a impactar al mundo de forma muy diferente que la de un ciudadano corriente.
A lo largo de las décadas, ha habido, pues, artistas, políticos o miembros de la realeza que han perecido a bordo de un auto, y han transformado la cultura popular para siempre. He aquí cinco de los más famosos accidentes automovilísticos.
James Dean
Quizá es la muerte en carretera más misteriosa y a la vez cautivante de todas; como el propio James Dean. Fue a bordo de un Porsche 550 Spyder que se le vendió al actor de forma imprevista.
James Dean tenía planeado correr en una competición de exhibición en Paso de Robles, California, a bordo de un Lotus MK10, pero el auto no llegó.
Como segunda opción estaba el Porsche que poco convenció al actor, pero finalmente lo compró y lo manejó junto con amigos días antes de la carrera para habituarse a él.
Quienes se subían al coche le decían a Dean que era muy peligroso, que tuviera cuidado con ese “Pequeño Bastardo”.
El auto era muy liviano y difícil de manejar, y por eso James Dean lo nombró así “Little Bastard”. A pesar de las advertencias, el actor se aventuró a correr con él, pero una colisión con un Ford Custom Tudor lo sacó del camino y se estrelló con un poste. Fue un 30 de septiembre de 1955.
El auto de aluminio de 600 kilos de peso quedó hecho un amasijo como si hubiera sido una hoja de papel hecha bola.
Después de la tragedia, hubo quienes se hicieron con las llantas, el volante u otras partes del 550 Spyder, pero todos quienes entraban en contacto con el fatídico carro, morían luego por accidentes de tránsito. Nació así la leyenda negra del auto maldito de James Dean.
Lady Di
Su muerte es y sigue siendo uno de los sucesos de la cultura de masas más recordados y misteriosos. Productos de ficción y no ficción se han hecho y habrán de hacer recordando la muerte de Diana de Gales, también conocida como Lady Di.
Sucedió a bordo de un Mercedes Benz W140 Clase S de 1996, que se estrelló contra una pared dentro de un túnel muy cerca de la Torre Eiffel en París. Diana, su novio Dodi Fayed y Henri Paul, el conductor, murieron. Era el 31 de agosto de 1997.
Diana lo hizo en el hospital. Su cuerpo estaba severamente lastimado y pereció por hemorragias internas.
Fue un choque a una velocidad de más de 130 kilómetros por hora. Huían de los paparazzis que querían fotografiar a la princesa Diana con su nueva pareja, después de su divorcio del Príncipe Charles.
Por muchos años hubo teorías de conspiración y hasta se habló de complots internacionales que buscaban la muerte de Diana.
Después de muchos peritajes, en 2008 se dio a conocer la verdad histórica: el conductor del Mercedes de Lady Di iba ebrio y murieron por el manejo imprudente y descuidado, causado por la huida de los paparazzi, que los perseguían.
Más de 2,500 millones de personas en todo el mundo vieron por televisión el funeral y el entierro, ocurridos en la Abadía de Westminster, en Northamptonshire.
Albert Camus
Otro de los grandes misterios del mundo literario y artístico. Albert Camus, el gran filósofo franco-argelino, arquitecto del existencialismo y de la teoría del ‘absurdo’, murió de igualmente de forma irónica y absurda.
Fue el 4 de enero de 1960, a bordo de un Facel Vega, que manejaba su amigo el editor Michel Gallimard. Habían pasado unas vacaciones en Provence, Francia, y regresaban a París.
El auto de pronto perdió el control y se estrelló contra un árbol. Camus iba en el asiento del copiloto, Gallimard manejaba, y detrás iban la esposa e hija de éste. Sin embargo, Camus fue el único que murió.
Camus detestaba los autos, y le producían desconfianza. En algún momento, ironizó y dijo quela forma más idiota de morir era en un accidente de coche.
Lo siniestro del asunto es que Camus no quería subirse al Facel Vega, y sólo aceptó hacerlo ante la insistencia de Gallimard. Los forenses encontraron el boleto del tren en su saco, intacto.
En 2011 surgió una teoría de conspiración que aseguraba que a Camus lo había matado la KGB; que espías soviéticos habían alterado el auto para que una llanta explotara a cierta velocidad.
Según esta teoría, la KGB quería impedir que Camus (un reconocido periodista) revelara los crímenes de lesa humanidad de Nikita Khrushchev, primer secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética. Especialistas literarios han desestimado esta teoría.
Paul Walker
Sucedió el 30 de noviembre de 2013 en Santa Clarita, California, y se mantiene como uno de los sucesos de la cultura de masas más recordados; especialmente porque Paul Walker había protagonizado la principal saga de autos y acción del cine moderno: Rápido y Furioso.
Su muerte sucedió a bordo de un Porsche Carrera GT de 2005 (la misma marca que mató a James Dean) al lado de su asesor financiero Roger Rodas.
Viajaban a 160 kilómetros por hora y sin razón aparente, Rodas perdió el control del auto y se estrelló contra un árbol. Un cable de alta tensión cayó y prendió fuego a todo.
Lo extraño del asunto es que Rodas (como Paul Walker) era un piloto profesional. La carretera por la que iban estaba vacía y no estaba mojada. No había ningún motivo para el accidente. Y sin embargo sucedió.
Ahora se sabe que un día antes había llovido bastante, y que Rodas no había cambiado las llantas de su Porsche en años, por lo que la velocidad y la humedad jugaron a favor de la tragedia.
El auto quedó prácticamente partido a la mitad y después de 90 segundos se encendió en fuego. Nadie había alrededor para asistir a Walker, que todavía estaba vivo después del impacto.
Anne Heche
Una de las tragedias automovilísticas más recientes. Fue el 12 de agosto de 2022, en Los Ángeles, a bordo de un Mini Cooper azul. La actriz de Donnie Brasco y ex pareja de Ellen Degeneres chocó contra una casa de dos pisos y todo se encendió en fuego.
Los bomberos tardaron más de una hora (65 minutos) en apagar el fuego y en rescatar a la mujer, que llevaron a un hospital cercano con quemaduras muy graves.
Después de unos días, Heche murió por inhalación de humo y por el efecto de sus heridas.
Poco después, se supo que su choque fue el tercer accidente que la actriz tuvo en un lapso de 30 minutos.
Primero contra un edificio de departamentos, luego contra un Jaguar (al esquivar por un pelo a un peatón) y finalmente contra una casa.
Las causas de su errático comportamiento se desconocen aún, pero se especula que fuera causado por una intoxicación por alcohol u otras drogas.
