La Fórmula 1 es un deporte en constante evolución. A lo largo de más de siete décadas, el campeonato ha visto nacer y desaparecer a numerosas escuderías, algunas de ellas con gran tradición e incluso títulos mundiales. Aunque hoy predominan equipos como Ferrari, Mercedes, Red Bull o McLaren, la historia del deporte motor también está marcada por marcas que ya no forman parte de la parrilla.
Uno de los ejemplos más emblemáticos es Lotus, escudería británica que dominó en los años 60 y 70 con innovaciones técnicas como el efecto suelo y con pilotos legendarios como Jim Clark y Ayrton Senna. Ganó siete campeonatos de constructores y seis de pilotos antes de retirarse en 1994 tras problemas financieros. Aunque hubo intentos de revivir el nombre en la década de 2010, el equipo original nunca volvió.
Otra desaparición relevante fue la de Brabham, fundada por el piloto australiano Jack Brabham en 1960. Fue pionera en el uso de autos con motor trasero y en innovaciones aerodinámicas. Conquistó cuatro campeonatos de pilotos y dos de constructores, pero tras cambios de dueños y crisis económicas dejó de competir en 1992.
Escuderías que dijeron adiós a la F1 en los últimos años
Tyrrell también forma parte de esta lista. Conocida por descubrir a talentos como Jackie Stewart, fue una escudería británica que alcanzó tres títulos mundiales de pilotos y uno de constructores en los años 70. Sin embargo, la falta de recursos frente a equipos más grandes la relegó, y en 1998 fue vendida; sus restos se convirtieron en la base del actual Mercedes.
Por su parte, Benetton, aunque no tan antiguo, dejó huella en los años 90 al darle sus primeros campeonatos a Michael Schumacher (1994 y 1995). La marca de ropa italiana decidió vender la escudería a Renault en 2000, desapareciendo como tal, aunque su legado continuó bajo otro nombre.
Otras escuderías que ya no están en la F1 incluyen Ligier (campeona de Mónaco en 1996 con Olivier Panis), Force India, Sauber, Toro Rosso, Racing Point, que pese a nunca haber ganado títulos, se ganaron un lugar en el corazón de los aficionados por su espíritu competitivo.
