Cuando uno habla de grandes debuts en Fórmula 1, usualmente se refiere a actuaciones que superaron ampliamente lo esperado para alguien sin experiencia en el máximo nivel del automovilismo. Hay varios casos de pilotos novatos que se disputan ese título, pero uno destaca por su combinación de contexto, presión, resultado y legado.
Hablamos del caso de Giancarlo Baghetti, quien es conocido por ser, prácticamente, el único piloto en la historia de la F1 que ganó su primer Gran Premio oficial. En Reims, Francia, corriendo para Ferrari, Baghetti largó desde una posición no privilegiada (12º), y en circunstancias nada fáciles para un principiante, imponerse ante pilotos con mucha más experiencia.
No solo ganó en su primer intento, algo que rara vez sucede, también manejó la presión de debutar con una escudería grande como Ferrari, con expectativas altas y superó rivales consolidados en un trazado exigente. El novato no partía como favorito, no tenía experiencia en múltiples carreras de F1, lo que hacía su victoria algo inesperado por muchos.
Otros debuts que merecen mención
Algunas otras actuaciones dignas de resaltar de pilotos novatos son las siguientes:
Jacques Villeneuve (1996, GP de Australia): Villeneuve calificó en pole en su primer Gran Premio con Williams, y terminó segundo. Casi gana en la primera carrera, algo que también levantó muchas cejas.
Lewis Hamilton (2007): Su temporada de novato fue histórica: ganó carreras, consiguió podios de forma regular, casi logra el campeonato. Su primer año marcó un estándar altísimo.
Nico Rosberg (2006): En su debut en Bahrein, partió desde mitad de parrilla (12º), sufrió un choque temprano que le hizo perder tiempo, pero remontó hasta terminar séptimo y con la vuelta más rápida de la carrera. Muchos lo recuerdan como “una de las mejores actuaciones de debut” en la F1.
