El reciclaje de baterías es un tema estratégico para el futuro de la movilidad eléctrica, a medida que más vehículos eléctricos (EV) llegan al mercado, crece la necesidad de gestionar responsablemente sus componentes al final de su vida útil; de acuerdo con STRIVE MX y Accellence_MX, especialistas en innovación y movilidad sostenible, el reciclaje no solo es posible, sino fundamental para cerrar el ciclo de producción y reducir la extracción intensiva de minerales.
¿Son reciclables las baterías de autos eléctricos?
En una colaboración difundida a través de EMA (ElectroMovilidad Avanzada), se detalla cómo funciona el reciclaje de los dos principales tipos de baterías usadas en autos eléctricos hoy en día:
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Baterías NMC (Níquel, Manganeso, Cobalto)
Son comunes en modelos de alto desempeño debido a su buena densidad energética. Contienen metales críticos de alto valor. Aunque su reciclaje implica procesos técnicos más complejos, permite recuperar entre 90% y 95% de los materiales, lo que lo convierte en un proceso rentable y con impacto ambiental positivo.

- Baterías LFP (Litio, Hierro, Fosfato)
Utilizadas principalmente en modelos urbanos, son más estables y usan materiales abundantes y menos tóxicos; su reciclaje es más sencillo, con una recuperación estimada del 70 al 80%, enfocándose especialmente en el litio, sin embargo, presentan menor valor económico, lo que limita la inversión en su procesamiento masivo.
El análisis subraya que, si bien ambas tecnologías son reciclables, se requieren más incentivos, normativas y desarrollos logísticos para lograr una infraestructura de reciclaje eficiente a gran escala; en este contexto, el papel de la economía circular se vuelve crucial para que la electromovilidad no solo sea limpia durante su uso, sino también sostenible a lo largo de todo el ciclo de vida del vehículo.

Desde la perspectiva de STRIVE MX y Accellence_MX, entender las diferencias entre las baterías NMC y LFP permite avanzar hacia decisiones de compra más informadas y políticas públicas más responsables; el reciclaje, concluyen, es una condición necesaria para hacer del vehículo eléctrico una verdadera solución ecológica, y no solo una alternativa de movilidad sin emisiones.