México es un país que desde el siglo pasado ha crecido de grandes maneras y los autos con el paso de las décadas se han convertido en algo esencial para moverse de manera diaria. Sin embargo, desde el origen, marcas como Ford se han posicionado.
El automóvil conforme han pasado las décadas se ha convertido en una manera esencial para transportarse, ir de punto a punto. En un inicio, en 1895 en la Ciudad de México, es que se comenzaron a ver las primeras unidades importadas por familias adineradas, de ahí, sólo fue cuestión de tiempo para que evolucionara.
En ese contexto, lo normal era ver caballos con carruajes, sin embargo, el auto llegó en ese momento en algo para quedarse, un elemento innovador que poco a poco se fue consolidando en la movilidad de las ciudades.
Ford y cómo el auto también inició con publicidad, nuevos oficios y reglas

La publicidad fue clave para ir consolidando al auto en la mente del ciudadano. Los anuncios estaban en lo más leído de ese momento, como los periódicos y revistas. Por su eficiencia y practicidad, fueron siendo un objeto de deseo y clave para los mexicanos en la ciudad.
Gracias a la llegada de los vehículos Ford en México y su exponencial crecimiento, se generaron otras fuentes de trabajo, con oficios, reglamentación e incluso estudios para ir dando pie para conocer a la salud de los conductores.
Estos efectos fueron el surgimiento del oficio del chofer, esto para que fuera la persona instruida y capacitada para manejar e igual, conociera de mecánica. También hubo estudios sobre la nutrición adecuada de los conductores y un antes y después, fue la introducción de un primer reglamento de tránsito en la Ciudad de México.
Reglamentaciones para conductores en ese momento se basaban en principios como la prudencia, contar con “sangre fría” para sortear las situaciones complicadas y buenos reflejos y vista.
Con todo esto en ese contexto, sólo fue cuestión de tiempo para que la producción de autos comenzara con todo en nuestro país y Ford fue esencial para ello.