Como todo invento coyuntural de la historia, el automóvil no tuvo un solo brote en las mentes y en la materia, sino que hubo varios momentos, en distintas geografías, en que surgió como toda una novedad.
Uno de sus más lejanos fue el prototipo del francés Joseph Cugnot, que en la Francia de Luis XV inventó un sistema mecánico para mover sin caballos una carreta militar. Era el año de 1763.
Este primer ancestro serviría para trasladar artillería desde el fuerte hasta la línea de fuego. La ausencia de caballos haría menos peligrosa y más rápida dicha tarea.
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El sistema fue básicamente añadir una enorme caldera al eje principal del vehículo, que con el vapor producto de la combustión de carbón pusiera en marcha dos pistones, y estos a su vez las ruedas del carro.
Era, desde luego, una extensión de la máquina de vapor de Denis Papin, que básicamente puso en marcha la era industrial.
Sin embargo fue un fracaso comercial, ya que no tenía frenos y el sistema de dirección era muy precario lo que, sumado a sus tres toneladas de peso, impidió su manejo óptimo.
Todas las pruebas que se hicieron con el carro de Cugnot terminaron intempestivamente contra el muro, y en medio de las risas de los detractores y el susto de los involucrados.
Ante el fracaso, los intentos por crear un auto sin caballos se desecharon. No obstante, este carro se mantiene como una de las invenciones que anticiparon el automóvil moderno.
La primera patente del automóvil
Esa fue la de Karl Benz, más de cien años después de la versión de Pugnot, en 1879. Este fue el primer automóvil a gasolina estacionario en la historia.
Era un motor compacto de cuatro tiempos, instalado en la parte trasera de la carrocería. Tenía un diferencial, tres ruedas, dos cilindros y 0.75 caballos de fuerza.
Contaba también con un tobogán de admisión automático, un escape, encendido eléctrico, desde luego bujías, y un sistema de enfriamiento por evaporación de agua.
La patente le fue otorgada a Benz en 1886, con el número 37435: el acta de nacimiento del automóvil moderno. Fue todo un suceso en los periódicos, que anunciaron una nueva era y a la compañía Benz Patent Motor Car como su protagonista.
La primera mujer al volante de un automóvil
Karl Benz tuvo un éxito comercial sin parangón en la época. Pero su historia de éxito tiene a un personaje, una mujer, clave: su novia y luego esposa, Bertha Benz.
Hija de una familia acaudalada del Ducado de Baden, al morir sus padres recibió una jugosa herencia que invertiría en la compañía de Karl Benz.
Él, frustrado por el fracaso de sus inventos, incluido el del automóvil, se vio en serios aprietos económicos que pudo resolver con el capital de Bertha.
Una vez casados, Karl tendría el soporte financiero para continuar con sus invenciones y buscar el éxito de su compañía.
Bertha, aunque era ya la dueña de la fábrica donde se encontraba el automóvil, no tenía derechos ni títulos sobre la empresa, debido a que una mujer casada no podía ser accionista ni empresaria.
Lo que sí podía hacer era insistirle a Karl que el automóvil necesitaba una patente, y así lo hizo. Sin muchas esperanzas en el proyecto, Karl Benz solicitó la patente para el automóvil que finalmente llevó su nombre, y no el de Bertha, por la razón ya expuesta.
Fascinada por el invento, y ante la poca atención que Karl Benz le ponía, Bertha le dejó una nota en la mañana diciendo: “Nos vamos a casa de mi madre”.
Bertha tomó a sus dos hijos y sola emprendió un viaje de 106 kilómetros para comprobar la eficacia de la máquina.
Atravesó de todo: roturas de la cadena de transmisión, falta de agua para el enfriamiento, falta de sustancia diluyente de petróleo, y hasta roturas en las mangueras.
Bertha supo resolver todo con lo que tenía a la mano y con la ayuda de los muchachitos. Al final de la odisea, y en tierras de Pforzheim, Bertha mandó un telegrama a su marido comunicándole el éxito de la expedición y las mejoras que creía necesarias para el aparato.
Algunas de sus invenciones fueron el freno de pastilla y el engranaje de primera velocidad para subir pendientes.
Bertha Benz fue la primera mujer en completar un viaje en auto de larga distancia. El suceso fue gran noticia en los periódicos, lo que apuntaló a la compañía de Karl Benz hasta una de las fábricas de automóviles más grandes del mundo.
De esta manera, Bertha Benz fue una pionera del automovilismo y del automóvil moderno. Sus invenciones fueron medulares para el éxito comercial del dispositivo, y al día de hoy se le recuerda como una matriarca de la disciplina y del deporte motor.